Myriota y AIMS se asocian en un ensayo tecnológico de IoT para vigilar la salud de las aguas tropicales australianas
19 nov 2018
El Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS) ha desplegado las primeras boyas marinas a la deriva con sensores Myriota conectados por satélite, para mantener el pulso de los océanos de Australia mediante el seguimiento en tiempo real de las corrientes, la temperatura del agua de la superficie del mar y la presión barométrica.
Myriota transmite estos datos al centro de datos de AIMS a través de satélites de órbita terrestre baja (LEO), lo que permite a su equipo ir más allá del seguimiento por GPS.
El Dr. Alex Grant, Director General y cofundador de Myriota, afirmó que el proyecto era un excelente ejemplo de aplicación de una nueva tecnología a una aplicación única, siendo el AIMS la primera organización en desplegar los sensores para el rastreo oceanográfico.
"Hasta ahora, las comunicaciones por satélite de las boyas oceanográficas para organizaciones como AIMS resultaban prohibitivas desde el punto de vista de los costes, pero nuestra tecnología Direct to Orbit ha permitido a AIMS ensayar un seguimiento y una recogida de datos sólidos y rentables", afirma Grant.
Según Melanie Olsen, jefa del equipo de desarrollo tecnológico del AIMS, este proyecto de investigación y desarrollo demuestra que el Instituto dispone de una opción rentable para obtener nuevos conocimientos sobre nuestros océanos.
"Nuestras traineras están ahora equipadas con la última generación de tecnología por satélite, lo que les permite transmitir datos desde las remotas aguas australianas a la base casi en tiempo real", explica Olsen.
"Los drifters de bajo coste nos permitirán ampliar los proyectos según la demanda, ser sostenibles y flexibles. Como se conectan a satélites LEO, evitan problemas como los cortes de cobertura y los problemas de conectividad derivados del uso de las redes de telefonía móvil tradicionales."
En el futuro, el despliegue de estos dispositivos permitirá a AIMS recuperar información oceanográfica cada hora desde cualquier lugar, algo que proporcionaría a los científicos los datos esenciales que necesitan para comprender nuestros océanos.
Olsen afirmó que el AIMS estaba entusiasmado con la idea de implantar aplicaciones innovadoras del Internet de las Cosas para mejorar la conexión, la recopilación y el intercambio de datos.
"Los datos son una herramienta esencial para comprender el comportamiento de nuestros océanos", declaró Olsen. "Tenemos que poner en práctica todas las herramientas si queremos proteger uno de los bienes naturales más preciados de nuestra nación, nuestro medio ambiente marino". Myriota fue pionera de la Red Global de Sensores en la UniSA, y el AIMS comenzó a probar los dispositivos en su buque de investigación Cape Ferguson a principios de 2017.